jueves, 19 de julio de 2012

Entre el sueño y la vigilia


A veces al amanecer, cuando no sabemos con certeza si estamos dormidos o despiertos, o a la hora del crepúsculo cuando las sombras nos hacen dudar de nuestros sentidos, adivinamos invisibles presencias, susurros, aleteos, risas contenidas, y hasta puede rozar nuestra mejilla algo que no podemos definir.

Son los ángeles: vienen y van, escuchando nuestros secretos y susurrándonos sus melodías...

miércoles, 18 de julio de 2012

El comienzo de una tortura

Solo soy capaz de escuchar gritos, desesperación, agitación.

Mantengo los ojos cerrados, estoy bien. Una fuerza mayor me obliga a estar tumbada y no le pongo resistencia. Noto luz, quizá sea la luz del sol. No, la del sol es más natural y no llega a ser tan cegadora como aquella. ¿Puede ser una linterna? Sí, eso es. Es una linterna. Escucho que gritan mi nombre hasta llegar el punto de un desgarre en las cuerdas vocales, pero, aun así, no abro los ojos.

Imaginaos que es uno de esos días en los que te suena el despertador y estás tan relajada que cuando lo apagas, vuelves a tumbarte y escuchas los latidos de tu propio corazón, notas como tu pecho se ensancha y se contrae por el aire que entra y sale de tus pulmones. Eres capaz de sentir la sangre que corre por tus venas. El bombeo de tu corazón. Así es como me sentía.

Noté la voz de un hombre, su aliento cálido me susurraba al oído diciendo que todo saldría bien.