A mi lado se encontraba una mujer no mayor que mi madre.
Leía un libro, “Un veneno llamado amor”, me pareció leer. De pronto sonrió,
como si lo que hubiera leído le hubiera parecido lo más tierno jamás visto. No
llevaba anillo de casada. Y no era una mujer que llamará la atención, por su
físico. Pero me sorprendió esa mirada. Me sentí cómoda a su lado e incluso me
atrevería a decir que hubiera encantado hablar con ella y conocer sus gustos. Me miró con cara de incrédula, como si pensara
“¿Qué miras? ¿Tengo monos en la cara?”
Miré hacia la otra parte del vagón, evitando la mirada con
la mujer del libro de amor. Me fijé en
un muchacho alto, de pelos rizados y rubios. Me miro y me sonrió, con una
sonrisa deslumbrante, como si hubiera sido una alegría que yo me fijará en él.
Le devolví la sonrisa. Llevaba una tabla de skate y la gorra hacia atrás. Parecía
salido de una película americana.
Bajé la mirada hacia mis dedos. Me acababa de pintar las
uñas y ya una estaba desconchada. La maldije. Por mis auriculares sonó la
canción de “Feo” de Fito. Sonreí. Esa canción era lo más optimista que jamás
había escuchado.
Miré hacia el asiento de delante, donde una chica me miraba
y sonreía al ver mi sonrisa. Al verla me recordó a alguien. La veía risueña,
sus ojos grandes y marrones incitaban a reflexionar. Agachó la mirada para
coger una barrita energética, al parecer le sonaban las tripas.
La mujer del megáfono que anunciaba las paradas pronunció mi
parada. Me levanté y con otra risa radiante me despedí de la chica risueña que
me siguió por todo el recorrido que ocupaba el cristal y se desvaneció al
bajarme del vagón.
¿Te he dicho alguna vez que me encanta como escribes y describes las situaciones más cotidianas de la vida? Me encanta ^^
ResponderEliminarEres encantador^^ Me alegra que guste como escribo, sinceramente pensé que seria otro relato más en el olvido, pero veo que a sido bien recibido^^
EliminarJaajaja y ya esta, muy bien elena muy interesante la historia jajaaja xD!!
ResponderEliminarY ahí va. Un día más, ordinario como de costumbre, que alguien con su pluma decide hacerlo especial. Buen manejo de tu pluma.
ResponderEliminarUn saludo.